Salut, fashion victims! Por fin, ¡ya estamos de vuelta! Este
verano os prometemos traeros números espectaculares y llenos de consejos
simples pero perfectos para el día a día.
Y yo, pues vuelvo con un mensaje más sobre lo
que pienso respecto al gran mundo que es la moda.
En el primer artículo ( ¡qué lejos me parece!)
dejé muy claro que para mi vestir es un arte. Y, como en todos los artes,
siempre existen cánones que dictan la forma que debe cobrar la manera de
expresar algo. En el caso de la moda también existen, y he tenido la osadía de
titularlos bajo el nombre de “estilos prefabricados”.
¿Cómo dices? Sí, estilos prefabricados. Para
mí, estos son diferentes corrientes o tendencias que incluyen una estética que
abordan como aspecto fundamental la forma de vestir, consiguiendo que esta
imagen vaya asociada a una forma concreta de ser.
Por ejemplo para que se entienda, podría
nombrar los siguientes:
-
El hippie : piercieng en el labio, rastas
y ropa ancha. Esta imagen se asocia con una personalidad juvenil y de
despreocupación, hacia una necesidad de sentirse independiente.
-
El indie: el gafapasta por excelencia.
Ropa relacionada con la música. Como complemento clave el gorro de cantautor.
Esta imagen reivindica la necesidad de volver a los años cuando la música no
era la de ahora. Es decir, cuando era música de verdad. Por eso también son llamados los
alternativos.
-
El gótico: vestido de negro. Ropa que
sigue unos patrones de diseño rompedores con la masa. Maquillaje oscuro. Es sin
duda una imagen que también tiene matices que apuntan hacia lo alternativo,
contra lo establecido por la mayoría.
Estos patrones son muy importantes para la
construcción de la personalidad de cada uno. Nos ayudan a dar un impresión
correcta a los demás de cómo queremos ser vistos.
Puede que empezamos encasillándonos en uno de
estos “estilos prefabricados” y paralelamente a nuestro desarrollo psicológico
vayamos cambiando de unos a otros. Además, estos patrones varían con el tiempo
y la sociedad.
Tienen además un papel muy importante en el
desarrollo de lo que será al estilo personal que acabaremos creando en un
futuro. Esto viene a decir que, aunque estos prefabricados tengan su función
positiva, hay personas que con el tiempo, cuando uno ha definido más o menos su
personalidad, seleccionan un poco de cada estilo que han visto. Y lo hacen según
su propio criterio interior, añadiéndole por último un toque único que les diferencie de los
demás. Que les hace únicos.
Así que para terminar, mi recomendación
personal es esa: ¡BUSCAD LA ORIGINALIDAD! QUE VIENE DE DENTRO.
¡Espero que os haya gustado la reflexión de
este mes! ¡Mucho más en el próximo de
Julio!
*Nota:
Este artículo fue inspirado por Lady Gaga, que
aunque a algunos nos pueda parecer un poco hortera, es sin duda alguna, una
artista de la moda.